COLEGIO EL SALVADOR

 
- VALLADOLID -
 


De José Antonio Aparicio Gil

1906 - Nace un Colegio

1.906 es el año de la fundación de <<El Salvador>>. Nace un Colegio como expresión de una vocación. El fundador es D. Agustín Enciso Briñas. Era de ascendencia riojana, pero vino a vivir a Castilla cuando era niño, y aquí estudió y creo una familia. Se licenció y se doctoró en Filosofía y Letras y en Derecho. D. Agustín es recordado por sus antiguos alumnos como el hidalgo, el caballero, el adelantado a su tiempo.

El humano y el humanista, gran liberal por respetar a los demás aunque no pensaran igual que él. Cuando era profesor del Liceo comenzó a proyectar la idea de una Colegio. En 1910, reunido con unos amigos en una cervecería de la calle de <<El Salvador>>, soñó la andadura de este Colegio. La mayoría fueron yéndose por otros caminos, por otras oposiciones, por otras singladuras y D. Agustín se quedó solo ante la tarea de un Colegio único, de un Colegio insólito.

Era un hombre lleno de alegría de vivir y de mucho amor para todos, Enseñaba a ir por la vida, a conversar a leer, a discutir. Era un hombre pálido, de pelo blanco, de abrigo con cuello de rizo con botones de pasamanería; llevaba sombrero y un bastón. Hombre tierno, apacible, abierto a todo el mundo; algunos de los que fueron sus alumnos recuerdan como, cada año, el día de la fiesta del Colegio, sentado en el jardín y teniendo a su lado una enorme bolsa de bombones, a la izquierda otra de pasteles. Gustaba que cada uno de los alumnos se acercara a él para obsequiarle. Era pues cariñoso y cuando era necesario de gran rectitud. Amaba más el magisterio directo que la investigación, tal vez porque entendía que su verdadera personalidad se realizaba en contacto con los alumnos.

Como era el Colegio en aquel entonces

Estaba situado en una magnifica casa de la calle <<El Salvador>>. Fué el primero en la enseñanza mixta. Los recreos eran distintos, chicos y chicas entraban a distintas horas e iban a distintas aulas. Se trabajaba mucho y duro; recuerdan que a las seis de la mañana iban  a hacer mapas. el Colegio disponía de magnificos laboratorios de química, fisíca y ciencias naturales con abundante material científico.


Los alumnos de aquella época no podían examinarse en el Colegio y tenían que ir a hacerlo al Instituto y los éxitos eran notables.

En la plaza más plaza de Valladolid

En 1918 el Colegio se traslada a la plaza de San Pablo y se instala en lo que fueron las viejas caballerizas de Felipe II. Cuentan que un subterráneo lo unía al Palacio de la Diputación ... el edificio había albergado tambien al hospital mental de San Rafael.

Hacia 1930, Luis Enciso Sagarra releva a su padre. Alto, elegante, recto y justo, esposo de Maria Luisa, brillante, planifica, estudia metodología, relaciona el Colegio con otros centros, es avanzado, como su padre, a todo su tiempo.

Las etapas de D. Adolfo

Desde 1933, D. Adolfo, muy vinculado a su hermano D. Luis, es colaborador en tareas directivas inmediatas, profesor de fisiología y director del Gabinete Médico.
 La muerte de D. Luis sitúa a D. Adolfo a partir de 1945, junto a D. Agustín, que asume funciones de director general, en un amplio abanico de actividades y funciones, que directamente desarrolla y controla.
A sus anteriores cargos de director del departamento de medicina y profesor de Fisiología y Ciencias, se le va acumulando: Dtor. del Régimen Interior, Administrador General, Jefe de los servicios de Intendencia, Coodinador de la Dirección y de la disciplina Relaciones Públicas, etc...

Incluso interviene en la programación deportiva, etapa muy brillante que nos lleva a conseguir varios campeonatos interesantes en la especialidades de Fútbol y Pelota a mano ( años 1942 a 1951 ). En la disciplina conecta con D. Vicente Serrano y en la docencia más tarde, año 1947 - 1948 con su sobrino D. Luis Miguel, Director de Estudios.

Es un equipo de trabajo sólido, bien organizado, meticuloso, que cubre todas las áreas de la actividad escolar, en una brega dura constante.

En 1952, la administración pasa a D. Agustín Enciso, sobrino de Adolfo. D. Adolfo es a lo largo del tiempo, la persona con cargos directivos y de representación, de vida más dilatada en el centro; desde el año 1933 hasta hoy ( alternando en varios equipos de dirección y planificación ) sigue el ritmo día a día.

De su carácter abierto y jovial, no exento de rigor dan cuenta de las innumerables generaciones de alumnos.

Sus comentarios rápidos y realistas, irónicos, su conversación fluida, las dotes de observación y el deporte activo, le mantienen abierto a toda inquietud joven. Hoy es Director del Gabinete Médico, Asesor Permanente de la Junta de Gobierno y  Consultor de la misma.

Fútbol y Pelota a mano - 1906

Se puede decir que desde la fundación del Colegio, en el año 1906, ya se practicaba en él el deporte. Al principio, los que más partidarios tenían eran el fútbol y la pelota-mano, este último, acrecentado por el hecho de que el fundador del Centro, Don Agustín Enciso Briñas, era riojano y, aunque en Castilla es bien sabido que desde tiempo inmemorial se jugaba a la pelota - y una estampa característica del paisaje rural castellano era ver en los pueblos, jugar a la pelota en los muros de las iglesias - también es cierto que, en el Norte, la aficción era mucho mayor.

No era raro ver a nuestro fundador practicarlo con profesores y alumnos en el frontón que, tanto en el antiguo edificio, como en el siguiente de la Plaza de San Pablo, existían. En esta dos modalidades El Salvador siempre fue equipo puntero, compitiendo con sus más directos rivales ( La Inmaculada, San José, Instituto Zorrila, Hispano, etc...). Con el paso del tiempo, estas dos especialidades fueron perfeccionándose hasta alcanzar en plena postguerra su máximo esplendor, dando como fruto una pléyade de alumnos que fueron verdaderas estrellas, como Goyo, Hernández, Puentes, Velasco, Justi, Zurro, Moncada, Teodoro, ... que fueron el terror de los colegios antes citados.

Atletismo 1940

A partir de los años cuarenta, sin embargo, surge con fuerza propia un deporte que hasta entonces se desconocía, aunque sus orígenes son tan lejanos como la propia humanidad; se trataba del atletismo, que llegó a alcanzar  dentro del Colegio cotas muy importantes de participación y calidad aunque, por falta de instalaciones en aquel momento, sólo se practicaba en los patios del Centro o en la explanada que entonces había en "Las Moreras". Fue la época de los hermanos Luis y Lucio Recio, José María Toca, Caballero, etc..., que alternaban con futbolistas y pelotaris como Coello, campeón en 1942 en popularidad dentro de la chiquillería, Bayón, y un largo etcétera. Fue al correr el tiempo y, ya dentro de los años 50-60, cuando el atletismo empieza a ganar terreno sobre los demás, sobre todo, a partir de la llegada a Valladolid de una figura que se convertiría a nivel de toda España, en una de las más populares dentro de ese deporte, me refiero al técnico italiano Giovanni B. Mova.

Con este cambió por completo el concepto que se tenía del atletismo en el Colegio, en Valladolid y, si me apuran, en toda España. Efectivamente, este hombre no solo consiguió llevar los Juegos Escolares Nacionales al equipo de El Salvador varias veces, continuándolo después Agustín Enciso, Jaime Enciso, Alfonso Enciso y Julio Guzmán, sino que al mismo tiempo lo hizo con algún otro Centro y elevó el deporte universitario en esta faceta a cimas que nunca se habían logrado en Valladolid: ahí están de muestra los nombres de los Varas, Allué, Sagarras, Vargas, Arenal, Enciso, Anza, Moyano, Nieto,... En 1960, Jaime Enciso, funda el Club El Salvador, y las medallas conseguidas.


1941 - Vientos nuevos cambian la faz de España

El Colegio ya no es mixto, sólo van chicos. Su caminar sigue firme y aparecen huérfanos de militares en el Colegio. Venían uniformados con una capa azul, un traje azul marino y una gorra de plato. Tenían una cierta organización militar que modificó en algo el vivir colegial. Se crearon becas de escolaridad, bonificaciones para varios hermanos; se seguía trabajando mucho: se madrugaba y se salía tarde. El almuerzo era tan breve que a veces no daba tiempo ni a comer. Se hacían excursiones cercanas a la ciudad de Valladolid, obras de teatro,... Pronto caerá enfermo D. Luis y, desde la cama y durante varios años, dirigirá el Colegio con ayuda de su hermano Adolfo. El eterno joven D. Luis, morirá en 1945.

1945 - D. Agustin y D. Adolfo

En este período D. Agustín ayuda a Adolfo, vuelve a coger las riendas y el Colegio sigue.

1947, D. Luis Miguel Enciso, el hijo primogénito, lleva a sus 16 años la dirección de estudios. Alto, erguido, consciente, da clase a chicos de 14 años, apenas 2 más jovenes que él.

No se sabe pero ha comenzado la historia que terminará en la puerta grande de la Universidad de Valladolid. Siguiendo las ideas de su abuelo y de su padre llegará un día a ser senador.

Es en 1957 cuando el Colegio se hace merecedor de la Medalla de Oro de la Ciudad de Valladolid y D. Agustín recibe la Medalla de Plata como Director.
En 1962 muere D. Agustín, es << Amante de la tradición, de la hidalguía, del riguroso cumplimiento del deber >> en palabras de Martín Abril.

1963 - Construcción del nuevo edificio

Es destacable la labor de D. Agustín Enciso Recio, gracias a cuya tenacidad y buen hacer se vió coronado el viejo deseo de que el Colegio contara con nuevas instalaciones.
D. Luis Miguel, en colaboración de D. Vicente Serrano, siguen presidiendo la labor del Colegio en esta época.
En 1967, D. Fidel Enciso Recio, licenciado en Historia, lleva la dirección de estudios en colaboración con su hermano Luis Miguel, todavía director del Colegio.

1970 - Fidel Enciso asume la Dirección

A partir de 1970, D. Fidel Enciso Recio asume la dirección y es el momento de redactar la estructura del Colegio a las nuevas directrices que señala la Ley de Educación de 1970. La década de los 70 es de gran conflictividad, con profundos cambios politicos, económicos, sociales y culturales en el país, que fijan los nuevos objetivos del Colegio, en el sentido de buscar una mayor integración.

Colegio con la vida, todo ello está expresado en la aparición del Ideario del Centro, el Estatuto del mismo y la creación de una estructura departamental que pretende canalizar la vida del Colegio.

Como es de todos sabido, de este Colegio ha salido jóvenes que posteriormente serían personajes de la vida pública vallisoletana e incluso nacional.